22 de noviembre de 2008

LA MUSICA UN LENGUAJE DE INCLUSION SOCIAL

En el marco de una escuela comprensiva se ha producido en los últimos años una evolución conceptual en lo que se entiende por integración, abandonando este término para sustituirlo por inclusión. Con razones más allá que las pedagógicas y psicológicas su naturaleza aborda lo social y ético. Como lo señala la UNESCO en el Foro de Educación Mundial (Dakar, Senegal, 2000): “La educación global es un acercamiento del desarrollo a las necesidades que aprenden de todos los niños, la juventud y adultos, sobre todo los que son vulnerables a la marginalización y la exclusión”. En Venezuela el arte manifiesta su capacidad para producir una profunda transformación en la estructura social, atendiendo integralmente mediante la educación musical a niños, niñas y jóvenes garantizando la inclusión y una mejoría sustancial de la calidad de vida.

La música, sirve como instrumento para incluir al excluido y darle espacios para lograr romper el círculo vicioso de la pobreza. Es así como a través de la educación musical se convierte al niño o joven cuya limitación es material, en un ser humano con riqueza espiritual; esto fortalece su nivel de aspiraciones y de inserción en la sociedad, y garantiza un cambio radical que se traduce en el mejor arma contra la pobreza material.
Las orquestas y los coros son escuelas de vida social, en ellas los jóvenes surgen por sus condiciones, su capacidad de estudio, su talento, su dedicación y todo esto va conformando la capacidad del niño, sobre todo del excluido.

En este se comporta la adquisición sucesiva y progresiva por parte del individuo de nuevas formas de conducta cada vez más complejas, cualitativa y cuantitativamente, en función de factores orgánicos, físicos y sociales, entendiendo al mismo tiempo por conducta la interacción del individuo y su ambiente, interacción que es dinámica y viene determinada por el equipo biológico de bases, las características del ambiente tanto del más próximo como el entorno socio-económico y cultural y la historia de las interacciones a lo largo de la vida del individuo, por ello cabe afirmar que la presencia o ausencia de determinado factores, no solo cualitativa sino cuantitativamente, necesariamente incidirán en el desarrollo, tanto si se trata de favorecerlo como de limitarlo, ya que el desarrollo personal de cada niño es un proceso único e irrepetible, es un proceso en el que influye de forma particular, condiciones y factores igualmente únicos.
Omar Torrelles

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